LAS BENDITAS ALMAS Y MI RELACIÓN CON ELLAS
Hace algunos años, por medio de una amiga, conocí al Padre Pinzón y le comente lo que me ocurría, pues en las noches me movían la cama, me respiraban encima, en ese momento el padre me recomendó que les pagara unas misas y que les hiciera una novena pues eran almas en busca de ayuda; yo en ese momento no sentía un profundo amor por ellas y pensaba que tal vez era producto de mi mente, sin embargo, hice lo que me indico el padre y al parecer las cosas se calmaron un poco.
La primera misa que les pague a las benditas almas fue porque una amiga me lo había recomendado, pero en el momento de la elevación y la consagración cerré mis ojos por un instante y vi como millares de lucecitas salían del altar hacia arriba, me asuste y abrí mis ojos, esa fue mi primera experiencia con ellas, pero no le di mucha importancia, pensé que había sido pura imaginación mía pero lo que no sabía era que esto era solo el comienzo de una serie de experiencias que cambiarían nuevamente mi vida espiritual.
Un domingo me dirigía a la misa a una parroquia que queda un poco alejada de mi casa, siempre cogía un bus que me bajara a la 19 y otro que me acercara a la iglesia, estaba el día soleado y solo había poca gente subiendo por la ciclovía; En la esquina donde yo estaba no había nadie; al llegar a la esquina de la 12 con calle 147 le hice señas a un taxi para que parara, el taxi paró en el semáforo, arriba de donde yo estaba y el señor me hizo señas de que ya me recogía cuando cambiara el semáforo; de pronto sentí que me llamaban por mi nombre completo (nadie a parte de mi mamá me llamaba así), todos me conocen por mi primer nombre, al dar la vuelta vi una señora ya de edad, como vestida a la antigua con un monedero en la mano y me dijo “ para dónde vas?” le dije “voy para la iglesia”, y me dice “llévame y yo te ayudo” en ese momento me dio mucho miedo pues pensé que me iban a robar, en ese momento llegó el taxi y me subí, me dice el señor del taxi: “está bien?, está pálida” le dije “ si , es que esa señora que está allí como que me iba a robar” me dice el señor” cuál señora? Esa?” “no me asuste esa señora no estaba allí, yo la vi fue cuando me acerque a recogerla, porque cuando estuve en el semáforo nadie se le acercó y nadie había detrás de usted” le dije “que tal un fantasma”, el pobre señor no hacía sino persignarse; llegue a mi misa y olvide el incidente por un momento.
En mi casa siempre veía una persona con un sombrero negro que se paseaba por el comedor pero no le puse mucha atención, a veces me respiraban en la nuca y me movían la cama de un lado a otro.
En el año 2009, murió mi abuelo materno quien vivía conmigo y mi mamá, el día de su velorio podía sentir un frío intenso que me recorría mi cuerpo y se centraba de la rodilla para abajo helándome los pies y las manos (me sentía incómoda), por un momento estaba sentada hablando con mis primos, cerca al ataúd cuando sentí sus pasos detrás mío y un golpe fuerte en el piso (como cuando se zapatea fuerte) me puse pálida y me pare de allí.
Después de la muerte de mi abuelo y los siguientes días sentía sus pasos en el corredor (pues él siempre se despedía de mi al acostarse), pero después fue desvaneciendo y sentía muy dentro de mi corazón que debía llevar un sacerdote para que bendijera mi casa y así fue, llame al Padre Pinzón para que bendijera mi casa, después de la bendición no volví a ver a aquel hombre de sombrero negro. Y el ambiente cambió radicalmente, muchas bendiciones recibí desde aquella bendición.
La segunda experiencia si fue un poco más “traumática” para mí, pasó lo siguiente: cuando estaba en la universidad en mis últimas prácticas de psicología organizacional en el BBVA, tenía un jefe que era una persona muy complicada regañaba a los empleados, gritaba etc. Pero conmigo gracias a Dios la llevábamos bien; yo me acuerdo que le regale rosarios e inclusive íbamos a misa; pero terminé mis prácticas y nunca supe más de ella, solo que vivía cerca a mi casa y algunas veces nos encontrábamos en la iglesia a las cinco de la tarde, hacíamos el rosario, se quedaba en misa y se iba, pero nunca más la volví a ver.
Hasta que en año 2009 a finales, como en noviembre, yo salía del trabajo e iba a misa a San Juan de Ávila parroquia que queda un poco retirada de mi casa, yo llegaba temprano, antes de las cinco y media y hacia el santo rosario y luego la misa, cuando un día estaba sentada haciendo el rosario y llegó Gloria, mi jefa, llegó en tenis, en jeans y su peinado usual, llegó de afán, se encuentra conmigo, me saluda, me dice “oren por mi” y yo pensaba y esto que es?, me contó que había pasado, dónde estaba, mejor dicho charlo conmigo etc.
Bueno así pasaron los siguientes días y semanas pero siempre me decía lo mismo “ore por mí”, lo único raro que yo veía era que ella llegaba un poco tarde, a veces al iniciar el rosario, ella no lo rezaba, solo lo escuchaba y apenas se acababa salía de afán y no se quedaba en la misa, pero la verdad no le puse mucho misterio.
Hasta que después, en enero casi febrero del siguiente año 2010 no la volví a ver (es decir tuvimos cercanía por mucho tiempo casi a diario) y me preguntaba si ya iniciaría su nuevo trabajo en el otro lado porque nunca más volvió; bueno paso el tiempo y se llegó la semana santa de ese año que la pase en Bogotá (el año anterior viaje al foyer de charite a retiro de semana santa), cuando se llegó el domingo de resurrección y pase a comulgar, al salir de la fila y dirigirse a la parte final de la iglesia empecé a encontrarme a todos los del BBVA, todos los del área de recursos humanos y personas con las cuales trabajé y me pregunte que harían allí en esa parroquia todos juntos, ( al iniciar la misa yo entre al confesionario así que no supe por quién se ofrecía), cuando terminó la misa me acerqué a ellos y los salude y les pregunte que pasaba por que todos aquí, una de ellas que es psicóloga también me dijo “venimos a la misa de Gloria, pues cumple un año de fallecida,” le dije: no puede ser, si yo hable con ella y nos encontrábamos hace poco acá en la iglesia” ellos me miraban como diciendo “se enloqueció” y me preguntaron y cómo la viste?, cierto que estaba con el pelo muy rapado por las quimio?” le dije” rapado? No!, lo tenía normal, corto como ella siempre lo llevaba; pregunte de que había fallecido, me contaron que de cáncer en los ovarios. Realmente esta experiencia me traumatizo, dure pensando en eso semanas y no lo podía creer, hice cuentas y ella falleció en la semana santa en que yo no estaba en Bogotá, estaba de retiro.
Al ocurrir estos eventos me interese por investigar un poco más sobre las benditas almas, experiencias de algunos místicos como María Simma y me conseguí el libro completo y lo leí, desde ese momento empecé a sentir un cariño profundo por las benditas almas y empecé a rezarles con frecuencia y a pagarles las misas, cuando empezaron nuevamente los fenómenos y me seguían moviendo la cama.
Volví donde el Padre Pinzón para que me hiciera nuevamente una oración y le contaba lo ocurrido, yo seguía orando por ellas, ofreciendo rosarios y algunas comuniones, pero nada más.
Bueno de repente en el 2012, en septiembre, falleció una de mis tías, para mí fue terrible asistir al velorio, sentía cosas extrañas y el frío característico en los pies, bueno no pude asistir al entierro pues no me agradan los cementerios.
A finales del mismo año a mi mama le diagnosticaron cáncer en la matriz, la hospitalizaron y yo con ella, las experiencias en ese hospital era aterradoras pero lo hacía por ella, en las noches me jalaban las cobijas, sentía ese frío en los pies, me tocaban la espalda y las piernas.
Yo no salía del cuarto al anochecer, pero un día mi mamá quería algo de la cafetería y me tocó salir, eran como las 6 pasadas de la tarde y cuando me dirigía al ascensor empecé a escuchar una mujer que gritaba “ayuda, ayúdame” pero con un lamento espantoso, retrocedía y buscaba por los pasillos si alguna persona en algún cuarto gritaba pero nada, cuando me alejaba al ascensor se escuchaba, cuando de pronto estando yo esperando el ascensor llegó un camillero con un muerto envuelto en sábanas, no pude saber si era hombre o mujer; lo único que yo puedo decir es que salí corriendo por las escaleras ( estaba en el piso 12 del Hospital Militar), así transcurrían las noches; después de unas noches volvía a salir a la misma hora y nuevamente el grito “ayúdame, ayuda”, ya me estaba acostumbrando al asunto.
En las mañanas, antes de irme a trabajar, yo bajaba a la misa de las 7 y 30 am, cuando un día se ofrecía por un niño que había recién muerto y estábamos en plena misa, cuando sentí un frío que me recorría todo mi cuerpo centrándose en los pies, voltee a mirar hacia la banca pero hacia el piso y por segundos vi un niño como de unos ocho años escondido debajo de la banca donde yo estaba, claro me asuste pero lo tomé con calma.
Constantemente en las misas de esa capilla se abría sola la puerta que tenía a mi lado, sentía que me observaban y que se me paraban al lado, etc.
Mi mama Falleció el 19 diciembre del 2012, pero lo más curioso era que una noche antes de su muerte como a la una de la mañana empezamos a oír con la enfermera el canto de unos pajaritos en la ventana (imposible estábamos en el 12 piso) ahí empecé a sentir que mi mama se iría pronto y me entró una tristeza infinita, el mismo día de su muerte, el martes anterior, le pague una misa en la mañana.
Mi mamá falleció un miércoles y cuando llegamos a la casa para cambiarnos para el velorio, en mi casa tengo dos perritos y uno de ellos, la hembra, que era la más apegada a mi mama, pues ese día fue increíble, la perrita olía el piso y caminaba como persiguiendo a alguien, batía el rabo, estaba como desesperada buscando a alguien; bueno yo estaba pensando que ponerme pues la verdad había bajado tanto de peso que ya mi ropa me quedaba un poco grande; cuando salí de mi cuarto a buscar ropa en el armario de mi mama , para ver si su ropa me servía encontré el pantalón y la blusa negra puesta en la baranda de la escalera, pensé que había sido mi empleada que me había encontrado la pinta perfecta, me la puse y al bajar le pregunté que dónde había encontrado ese pantalón y esa blusa ( pues eran de mi mama), cuando me llevo una sorpresa cuando me dice que no había sido ella, pues nadie sabía de dónde había salido la pinta perfecta para el velorio.
Durante el velorio de mi mama a parte del dolor que sentía, sentía mucho frío y un intenso olor a flores y rosas frescas sin todavía haber arreglos florales.( seguramente la Virgencita acompañándome en mi dolor).
Al día siguiente llegué muy temprano para orar un poco; estando yo sola con mi mama me inundó un aroma fresco a flores que llenan toda la sala. Yo había dejado abierto la ventanita del ataúd para que la pudieran ver los que llegaran, cuando me pare a salir un rato de un golpe cerraron la ventanita durísimo que inclusive los de la funeraria que estaban allí se asustaron y pensaron que se había caído algo.
Al tercer día de haber fallecido mi mamá tuve un sueño muy raro, yo me encontraba con mi mama, ella estaba vestida de túnica blanca en lugar difícil de describir ella me abrazaba y me daba besos, fue por un instante. Al siguiente día en la noche estaba con mi papa en la cocina, estábamos cocinando cuando escuche a mi mama llamarme, “tutis, tutis” ese era el apodo que me tenía de cariño; cuando me di vuelta para mirar no había nadie.
Después de navidad una vecina vino a contarme que ella y su hermano llegaban de viaje cuando vieron a mi mama de túnica blanca parada enfrente de mi casa, la hija de otra vecina también la vio parada dentro del garaje.
En la casa escuchaba gente hablar y en varias ocasiones vi una mujer de vestido blanco pasar al cuarto de mi mama, se caían las cosas del comedor, se me empezaron a romper las cruces y salir volando del rosario que llevo colgado siempre en el cuello (que está exorcizado), por más que las pegaba con silicona al cabo de un tiempo volvían a romperse y me toca cambiar de rosario.
En ese año (2013), trabajé en la facultad de medicina de la universidad militar, enfrente del hospital donde falleció mi mamá, me llamaba mucho la atención que en la oficina donde yo trabajaba siempre hacía frío pero en los pies, a veces me tocaban el hombro o me llamaban estando yo sentada trabajando en mi escritorio, hasta que un día me di cuenta que la oficina quedaba justo encima de la morgue donde tenían varios cadáveres en la piscina para los estudiantes de medicina; me tocaba irme con calentadoras por que el frío en los pies era desesperante.
Se llegó semana santa y el miércoles santo una vecina con su hermana me acompañaron a una vuelta al banco, nos fuimos caminando rumbo calle 140 por toda la carrera 12, cuando llevábamos largo rato caminando y hablando, pasamos por enfrente de un conjunto de casas y vi que un señor gordo, calvo, bien vestido, salió de allí y empezó a caminar detrás de nosotras, yo era la única que me había dado cuenta pero no le puse atención y seguía algunas cuadras, cuando pensé nos van a atracar, decidí parar y voltearme rápido para dejar que pasara, pero no había nadie, me quedé muda y me puse pálida; las personas con las que iba me preguntaron qué me pasaba , les dije que si no habían visto a ese señor, me dijeron que no vieron a nadie; bueno se me pasó el susto y lo olvide.
Al día siguiente, jueves santo, estaba con mi vecina hablando en la cocina de mi casa, yo tengo dos neveras una negra y otra blanca, la negra dejó de funcionar y solo está de adorno, esa nevera parece un espejo pues se puede ver el propio reflejo; cuando me pare a lavar la loza, mi amiga se voltio para seguir hablando conmigo y de repente vimos unas manos pequeñas del tamaño de las mías puestas en la nevera, nadie la había tocado, se nos hizo raro pero la verdad no le pusimos atención, se fue mi vecina para su casa, cuando me llamó ese día en la tarde a contarme que su hija y su sobrina habían visto una niña como de 9 años que las miro y luego pasó la pared para mi casa, ahí comprendí de quien eran esas manos pintadas, pues aquella alma empezó a jugar en la casa de mi vecina, les prendía y apagaba el tv en muñecos animados, etc. yo empecé a sentir que en mi casa habían muchas personas, lo mismo que en mi cuarto cuando me iba a dormir.
Duro por mucho tiempo; así que ya me estaba molestando y llame a una amiga conocida del padre Pinzón, experta en el tema, para que fuera a mi casa y mirara a ver si tenía algo y tenía que volver a llevar al padre a una segunda bendición, cuando ella llegó me dijo “ no necesitas traer al padre en tu casa se respira mucha paz”, al escuchar esto quede muy tranquila pero los sucesos no pararon, esto era solo el inicio.
Bueno, yo voy con mucha frecuencia a misa a San Juan de Ávila por comodidad de las horas en las eucaristías, al lado de esta iglesia queda una funeraria y esta iglesia tiene una parte donde están los osarios de muchas personas fallecidas, después de semana santa fui a buscar al padre que siempre confesaba durante la misa de 10 de la mañana , estaba sentada esperando y sentí ese frío característico y una persona parada al lado mío, me dio miedo y no sabía qué hacer, pero decidí quedarme allí hasta que pregunté si no habían confesiones, la monjita me dijo “ no, el padre falleció”, sentí un frío que me recorrió todo el cuerpo y me acuerdo que empecé a rezar para dejar de sentirlo a mi lado.
Siempre que me encuentro por casualidad en una misa de muerto, siento a la persona al lado mío y cuando empiezo a rezar y se van a veces, otras se quedan ahí, pero el último suceso que me dejó fría fui allí mismo en esa iglesia cuando llegué era un sábado a misa de 10 ( yo llego siempre 30 minutos antes) y dio la casualidad de que estaba iniciando una misa de muerto y allí se encontraba el ataúd, yo decidí hacerme en las últimas bancas y continuar con mi rosario que venía haciendo en el camino, cuando me quedé mirando por un minuto el ataúd y me dije a mi misma, “es una mujer y tan joven”, después reaccione y me di cuenta de la bobada que estaba pensando pues como yo iba a saber quién estaba en el ataúd, y seguí con mi oración, el padre hizo las lecturas correspondientes y cuando empezó el sermón y dice” roguemos por el alma de Lizeth……. Que el señor se la llevo a muy corta edad… yo quedé petrificada y empecé a percibir al lado mía parada; inmediatamente empecé a hacer los 100 requiems y se fue pues deje de sentir el frío.
En esa misma iglesia un domingo estaba haciendo fila para la confesión, estaba de cuartas y me dio por mirar donde quedan los osarios, pues allí hay una reja, detrás de esa reja hay unas bancas y veo yo al decano de mi facultad que era muy amigo mío, que me ayudó mucho, pero falleció ya hace varios años y lo veo clarito tal cual él, hasta cómo se vestía, solo se persignaba, movía los labios y me hacía señas de que fuera a donde él, pero ni loca , me quedé petrificada , lo miraba y lo miraba hasta que entre a confesarme y salí y ya no estaba…
Muchas veces en los buses escucho que me llaman por mi nombre completo pero al buscarlas no veo nadie, inclusive muchas veces se me encaraman en el cuello y empiezan a pellizcarme o a enterrarme las uñas, hace poco estaba en mi anterior trabajo cuando salió a volar mi cruz del rosario y sentía que me jalaban el rosario, cuando llegue a la casa lo pegue con silicona, pues duró poco tiempo y me toco nuevamente cambiar de rosario.
Una madrugada me levanté al baño y antes de poder entrar, me empujaron contra la pared, que a Dios gracias no me quebré la nariz pues quede desubicada un poco después de tremendo golpe, a veces cuando estoy leyendo algún libro de oraciones o espiritual siento unas carcajadas espantosas al lado mío o llantos y lamentos, pero ya sé que quieren y empiezo a orar por ellas.
AL principio del 2014, en enero, pude con ayuda de una amiga conseguir un sacerdote que fuera a oficiar una misa en mi casa por las benditas almas, con la esperanza que desapareciera toda esta odisea, ese día fue inolvidable, unos 15 minutos antes de que llegara el Padre, estaba yo con mi amiga haciendo el agua aromática, habíamos puesto la mesa del comedor de la cocina en la sala organizando todo para la eucaristía, cuando de pronto empezó a moverse sola la lámpara de la cocina, le dije a mi amiga “ya está por llegar el padre” y así fue a los 15 minutos llegó él. Invite a algunos vecinas y amigas de ellas , éramos pocas personas, cuando llegó el padre y empezó a alistarse para la misa y da inicio a la eucaristía empecé a sentir un frío de tumba que me helaba manos, piernas y pies, pero no dije nada; cuando él empieza, sentía que detrás mío hacia el comedor había mucha gente, como cuando se hace un fiesta en casa y empiezan a sonar las puertas como si estuvieran las ventanas abiertas, sonaba como si se abrieran y cierran las puertas de arriba del segundo piso, fue durante toda la misa y en la consagración sonaba más y sentía esa multitud de gente mirándome, las caras de susto de aquellas personas que me acompañaron en la eucaristía ese día no las podré olvidar; al terminar la misa salieron pitadas sin decir nada, después de unos días empezaron a comentar el gran frío que sintieron todas en sus pies y lo asustadas que estaban (yo no abro ventanas pues tengo también una gatita y se me sale).
Pensé que con la Eucaristía y todas las oraciones que hago dejarían de pedir ayuda, pero no ha sido posible, hace poco estando en mi casa llegó la empleada y salí a recibirla cuando sentí un fuerte ardor en mi espalda, le pedí el favor de que me mirara y al mirarme tenía rasguñaba la espalda, en ese momento me asuste pues nadie me había tocado, ni siquiera mis perros estaban por allí, hasta ahora puedo comprender que esta tanto su afán por una oración que algunas son agresivas, a veces puedo percibir su angustia y su afán de salir de allí, ahora y con todo lo que me ocurre a diario con las benditas almas que están penando, les tengo un inmenso cariño y oro por ellas porque algún día estaremos en las mismas y si fuimos misericordiosos con ellas muy seguramente Dios lo será con nosotros.
Hace poco me quedé sin trabajo y en una eucaristía tenía algunas visitas a mi lado sobretodo en el momento de la consagración del pan y el vino, hasta que me asuste un poco y dije en voz alta” hay benditas almas, no me molesten más, más bien intercedan por mí para que me salga un trabajo y yo oraré por ustedes” lo dije de una manera jocosa, Salí de la misa cuando ese mismo día me llaman para una entrevista, fui a la entrevista, luego me llaman a decirme que había pasado que fuera ese viernes a unas pruebas y al lunes siguiente me salió el trabajo donde estoy ahora. Eso me demuestra que cuando oramos por ellas y logran ir al cielo ellas mismas interceden por uno y aun estando allí todavía, sus plegarias son muy poderosas ante Dios.
He podido comprender que no solamente me buscan las benditas almas purgantes, sino aquellas que han muerto de una manera terrible y de sopetón y que por misericordia de dios se salvaron, son aquellas las que más necesitan de oración, las misas tiene un gran poder, pero más aún las misas gregorianas ya que estas sacan millares, los rosarios, el vía crucis y los 100 requiem.
Otra de mis experiencias fue en la casa de una amiga, pues fui a visitarla pues había salido de una operación y cuando ya estaba por irme sentí a alguien parado detrás de mí, esta alma sentía mucha rabia y desespero , yo quedé petrificada y empecé a sentir nuevamente el frío que me invadió todo el cuerpo, volví a sentarme y le pregunté a ella que quien estaba detrás mío y me dice “nadie” le dije es un señor el que está atrás mío y no sé qué quiere, cuando ella me cuenta, que sí, que varias personas lo han visto siempre sentado arriba hacia la escalera, era el papá de una amiga que vivía allí y que ella le había comprado la casa, Salí rapidito de esa casa, luego ella me preguntó qué podía hacer, yo le dije que buscara un padre para que bendijera su casa y una misa por el alma de ese señor.
Bueno comparto con ustedes mis experiencias para que las personas comprendan que las almitas nos necesitan y necesitan de nuestras oraciones para poder salir al cielo, recordemos que algún día nos tocará el turno y seguro que tendremos acá en la tierra quien ore por nosotros.
El señor me ha concedido la gracia de poder orar por ellas, he leído muchos escritos acerca del tema, sobre varias manifestaciones que las almas les piden a muchas personas en el mundo oraciones por ellas o simplemente lo que cada una necesita y cada vez comprendo que el mundo visible e invisible es paralelo al nuestro, que sí hay vida después de la muerte, pero no como nos pinta la nueva era y el ocultismo; los famosos médiums son personas que practican el espiritismo y pertenecen a la nueva era ,porque jamás las almas se prestan para los rituales de las ouijas, ni del espiritismo, son solo espíritus caídos que engañan a las personas manifestándose que son sus parientes que les traen razones, hay que tener cuidado con eso, las almas jamás se manifiestan de esa manera y cuando lo hacen es por permiso de Dios y de manera personal, sin invocaciones , ni ritos raros, ellas donde están no pueden salir de allí.
La santísima Virgen María, interviene en el juicio de aquellas pobres almas que no llevaron una vida recta, estas almas son las que están en el nivel más bajo de purgatorio (se compone de tres niveles específicamente) cada nivel tiene su subnivel, estas que están en el último sufren muchísimo y son atormentadas por los demonios, son aquellas que por misericordia de Dios se salvaron o por alguna oración de alguna persona, pues estaban a punto de condenarse.
Es muy controversial este tema sobre todo con aquellas personas que no creen que hay vida después de la muerte, pero si la hay; es un mundo paralelo al nuestro, si Dios nos concediera la gracia de verlos nos ahorraríamos de su estado. Yo he tenido muchas experiencias con ellas, con el alma de mi mamá, mis familiares, cuando ellos son liberados de sus tormentos, su agradecimiento es infinito, e interceden por nosotros en el cielo, a parte de mis experiencias personales, que me costaron bastante tiempo comprenderlas, asimilarlas y entender que no es producto de mi mente; son experiencias que me cuestionan mi estilo de vida, me cuestiona el mal que he podido causar y el bien que he dejado de hacer a las personas, he podido comprender que el señor es justo juez, a Ël no se le escapa nada en el momento de nuestra muerte.
Me preocupa mucho a veces escuchar a algunas personas decir que eso no existe, que uno se muere y ya, porque no saben cuán equivocadas están; yo alguna vez fui así, tal vez pensé así; tenía una noción del cielo y del infierno y del purgatorio muy distinta a la que ahora tengo; he leído varios libros como el de María Sima “ sáquennos de aquí” espeluznante, el de la ”luz del purgatorio” de un sacerdote ermitaño, y “orad por los difuntos” que es un escrito donde hay muchas experiencias a nivel mundial sobre este tema, son libros que me han comprobado lo que yo vivo, me responden de alguna manera a situaciones que creía que eran de locos; pero el Señor nos muestra que ahí con estas almas está la misericordia, que mayor misericordia que con ellas, ya que no pueden valerse por sí solas, solo oran por nosotros.
Al morir mi mamá yo le preguntaba constantemente a Jesús donde estaría, y sentía que debía orar mucho por ella, él me fue mostrando que debía hacer, las siguientes son las oraciones más eficaces que dan alivio, refrigerio y sacan muchas almas, a mí me han funcionado:
- La santa misa (si es posible la gregoriana que son 30 seguidas)
- El santo rosario
- Los 100 requiem
- La novena a las almas del purgatorio
- El santo viacrucis
- Cinco credos
- Un ave María
- Un padre nuestro
- Un gloria
- Un salve
- La santa comunión en estado de gracia
MARIA E
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